lunes, 26 de agosto de 2024

El dilema del pastorado

El pastorado, si no se desarrolla con la perspectiva correcta y un auténtico llamado puede resultar frustrante, pero si servimos con el enfoque de amar a Dios y amar a las personas a pesar de sus debilidades, será una ocupación muy gratificante y satisfactoria.
Aquí unas de las paradojas pastorales:
1. Hay personas en las que invertirás tiempo y recursos, aún así algunos se irán de tu lado diciendo lo que no hiciste por ellos.
2. Hay personas de “bajo consumo” no demandan mucho de ti, sin embargo son leales y permanecerán muchos años sirviendo contigo.
3. Hay personas que solo son “miembros de la Iglesia”, no son hijos que caminen bajo tu paternidad. 
4. Hay personas que solo buscan un lugar donde tocar o predicar, no buscan una casa espiritual donde someterse y rendir cuentas.
5. Hay personas a las que casi nunca visitarás en su casa, pero estarán ahí congregándose fielmente en la casa de Dios.
6. Hay personas que cuando están en alguna dificultad o enfermedad no te lo dirán, sin embargo cuando te vean se quejarán de que no los visitaste cuando estaban en tribulación.
7. Hay personas que siempre creen que podrían hacer mejor el trabajo pastoral: “si yo fuera el pastor haría esto”. 
8. Hay personas que son muy serias, muy introvertidas, pero resultan un tremendo apoyo para la casa de Dios y el ministerio pastoral. Otros son muy efusivos y continuamente dicen: “deberíamos de hacer esto”, pero hacen muy poco o nada.
9. Hay personas que sin buscar, Dios enviará a tu ministerio y se convertirán en una columna de apoyo para la congregación que pastoreas.
¡Que el príncipe de los pastores bendiga tu pastorado, reconforte tu corazón y te haga fructificar donde quiera que estés, que provea gente que ame a Dios y te ame a ti y que juntos extiendan el reino de los cielos, en el nombre de Jesús. Amén!
#Solitono

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