Dicen que una imagen vale más que mil palabras: bien, esta imagen real grita sin palabras lo que es un verdadero padre. La misión principal de toda nuestra vida es una y una sola: proteger las tiernas vidas asignadas a nuestro cuidado. Y eso significa que nuestra propia supervivencia se vuelve secundaria o subordinada a ese fin. El perro guardián no piensa en sí mismo, sino en las ovejas bajo su cuidado.
Padres: ceñid vuestros lomos, poneos vuestras carlancas, y defended hasta la muerte lo que os ha sido asignado. Y cuando lo hagáis, que las ovejas que defendéis vengan a curar vuestras heridas, y vean en vosotros no al lobo, sino al protector del lobo.
He aquí, el verdadero patriarcado.
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