martes, 5 de julio de 2022

Reactivos o pro activos?

 

Usted no puede detener las olas, pero puede aprender a surfear

Lo opuesto a ser pro-activo es ser reactivo, lo que significa que su vida transcurre en función de sus sentimientos, de sus estados de ánimo, de sus impulsos o del trato que le den los demás, dicho en forma simple usted no controla sus emociones.

Las personas reactivas se ven impulsadas por sentimientos, por las circunstancias, por las condiciones reinantes, por el ambiente y estas personas tienen dificultades para mantener el equilibrio

ante esas difíciles experiencias sus características son evidentes, se desbordan emocionalmente ante las situaciones externas adversas, el cien por ciento de su bienestar o malestar interno depende de si su entorno está bien o mal, pierden mucha energía juzgando y criticando a los demás, perciben los cambios como amenazas y por tanto acaban saboteando, tienden a quejarse verbalmente pero no ejecutan ninguna acción al respecto, están inmersos en sus preocupaciones y no buscan posibles soluciones, tienen tendencias a ser pesimistas, les falta iniciativa, tienden a culpar a los demás.

Las personas reactivas se ofenden y se enojan fácilmente y dicen cosas que después lamentan, culpan a los demás se quejan y lloran esperan que las cosas le sucedan, pero no hacen nada para que sucedan, cambian sólo cuando se ven obligados.

Cierta vez cuando hablaba sobre el tema de la proactividad, comenta un conferencista, una mujer del público se puso de pie en medio de mi disertación y empezó a decir algo muy emocionada el público que era muy numeroso y volvió a mirarla y ella se turbó y volvió a sentarse, pero parecía resultarle difícil contenerse y siguió hablando con la gente que tenía alrededor se la veía muy feliz.

Hice una pausa con impaciencia para averiguar qué había sucedido, entonces me acerqué a ella y le pedí que contara su testimonio; no puede imaginar lo que me ha ocurrido: dijo; trabajó como enfermera para el hombre más miserable e ingrato que pueda imaginarse, nada de lo que haga es suficiente para él, nunca lo aprecia, ni siquiera me lo reconoce, constantemente me fastidia y encuentra defectos en todo lo que hago, por culpa de ese hombre mi vida es una desgraciada y a menudo descargo mi frustración sobre mi familia, las otras enfermeras sienten lo mismo, casi oramos para que lo echen y usted tuvo el descaro de pararse allí y decir que nada puede herirme, que nadie puede lesionarme sin mi consentimiento y que yo elijo mi propia infelicidad. De ninguna manera podía aceptar esa idea, pero seguí pensando sobre ello, realicé una verdadera introspección y empecé a preguntarme ¿tengo el poder de elegir mi respuesta? cuando por fin comprendí que en realidad tengo ese poder, cuando me tragué esa amarga píldora y comprendí que yo había elegido ser desgraciada, también comprendí que podía elegir no serlo, en ese momento fue que me puse de pie, me sentía como si me estuvieran dejando salir de san quintín, quería gritarle a todo el mundo ¡soy libre, salgo de la cárcel, nunca más voy a dejarme controlar por el trato que me dé una persona impertinente¡

Esa dama pasó de ser reactiva a proactiva, entendió que lo que realmente importa no es lo que sucede con nosotros sino en nosotros. Una mala actitud es como una llanta baja, usted no puede ir a ningún lado hasta que la cambie.

 

 

ante la adversidad usted tiene dos opciones:

afrontarla con fe y valor u optar por el facilismo

·         es en la crisis económica aceptar un negocio ilícito

·         ante un accidente que se dio por su imprudencia culpar a Dios

·          en la enfermedad murmurar

·         frente a una decepción maldecir

·         ante la infidelidad conyugal vengarse

El camino correcto es el de la fe y el valor. Los que transitan por él, desarrollan la paciencia se alejan de los malos consejeros y se acompañan de pensamientos positivos

créame su actitud en medio de la prueba es la única diferencia que hay entre el éxito y el fracaso, deje que su actitud cambie su entorno, pero nunca deje que el entorno cambie su actitud, su vida depende de sus reacciones, no de la realidad en sí misma, depende de cómo maneja los hechos y las situaciones difíciles, con serenidad o desespero con aceptación o desasosiego, esta es una valiosa realidad que usted puede comprobar a diario no es el hecho en sí mismo el que lo hace a usted ser malo, es el poder que usted le otorga a ese hecho.

 

Así que controle sus emociones y desarrolle la fe y el carácter que le ayudaran a superar los desafíos de la vida con valor y confianza en Dios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario