sábado, 12 de noviembre de 2016

Escoge la vida


Pero: "... os he ofrecido la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Por tanto elige la vida..." (Deuteronomio, 30:19).

Para mí esto significa mucho más que "No te suicides" o "Sé un superviviente". Significa elegir la vida en toda su gloriosa riqueza y su potencial ilimitado, eligiéndola por lo que es realmente, el milagro más extraordinario del universo.

"Por tanto, elige la vida..." E1 asunto tiene una carga de absurdo embriagadora Si alguien le dijese: "He colocado ante ti zanahorias y espinacas; por tanto elige las zanahorias", usted muy bien podría decir: "¿Por qué?" La propuesta carece de un "pequeño elemento", algo que indique que las zanahorias son mejores que las espinacas, y que le mueva, en consecuencia, a aceptarlas preferentemente. Pero suponga que en vez de eso, le hubiesen dicho: "Pongo ante usted zanahorias salteadas con mantequilla y espinacas hervidas con gasolina. En ese caso, la camarera no tendría necesidad alguna de decirle: "Le recomiendo las zanahorias", pero si dijese: "Por tanto, elija las zanahorias", usted podría decir: "¡Por supuesto!".

Y lo mismo sucede con lo de "por tanto, elige la vida". Un ser vivo no tiene más que conocer la diferencia entre la vida y la muerte, que sólo los seres humanos adultos parecen capaces de olvidar, para saber lo que es mejor. Lo verdaderamente importante del pasaje bíblico, en mi opinión, es que sólo a los seres humanos adultos se les ofrece la elección entre la vida y la muerte. Somos los únicos seres de la Tierra capaces de decirnos a nosotros mismos: "Algunas vidas, sencillamente, no merecen la pena vivirse. La mía es una de ellas, por tanto, elijo la muerte".

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