lunes, 28 de junio de 2021

LA GRAN CARRERA DE LA MISERICORDIA

 


 

En enero de 1925, el Doctor Curtis Welch mandó un telegrama al Servicio de Salud Pública, situado en Washington DC, solicitando asistencia urgente para controlar un brote de difteria en Nome, un pueblo al noroeste de Alaska. Las antitoxinas para frenar la infección se encontraban a más de 1.000 km de la aldea. Las autoridades locales comprendieron que el único medio de transporte disponible para conseguir el fármaco a tiempo era una posta de trineo tirado por perros. Mushers como Leonhard Seppala y sus huskies afrontaron el reto más peligroso para evitar la expansión de la enfermedad. Comenzaba la gran carrera de la misericordia.

Leonhard Seppala Conocido como el ‘rey del sendero’, fue un legendario musher (conductor de trineos) y criador de perros de origen noruego que llegó a Alaska en plena fiebre del oro.

Togo, el siberiano que encabezaba la expedición Con 12 años, el perro más leal de Seppala lideró el trineo en las etapas más duras. Togo era un cánido noruego inusualmente pequeño para su raza, pero determinante en la montaña por su destreza.

Un brote de difteria en una población incomunicada

Los contagios en Nome aumentaban y habían sufrido la pérdida de varios niños. El transporte convencional estaba descartado. Sólo había tres aviones en toda Alaska y eran de cabina abierta. Las aguas congeladas impedían el tráfico marítimo.

El trayecto de 1085 kilómetros de la antitoxina llevó cinco días y medio. Seppala y sus perros cubrieron el tramo más largo y peligroso. Con sensaciones térmicas por debajo de los -65 grados, Seppala tuvo que servirse de los instintos de Togo cuando no podía ver por el viento, la espuma y la nieve profunda."El perro que hizo la mayor parte del trabajo fue Togo. Su viaje, plagado de tormentas de nieve, fue el más largo e incluyó una travesía a través del peligroso Norton Sound, donde salvó a su equipo y piloto en una valiente carrera a través de los témpanos de hielo", escribió el periodista Katy Steinmetz en Time. La épica de la historia alcanzó una expectación extraordinaria por la amplia difusión de los medios de comunicación. La radio permitió el seguimiento a distancia del fenómeno.

Los récords de la gran carrera del suero

 

En época veraniega se hubieran empleado entre 25 y 30 días en recorrer en trineo la distancia entre Nenama y Nome en un viaje de ida y vuelta. La carrera del suero se completó en tan sólo 127 horas en pleno invierno.

Durante 3 días sin descanso el trineo de Seppala recorre 300 kilómetros. En la ruta los perros atajan por Norton Sound atravesando 35 km de mar congelado...

El símbolo de la carrera

 

A 30º bajo cero, el musher noruego Gunnar Kaasen y sus 13 huskies, con Balto como líder del grupo, atravesaron la calle principal de Nome para entregar el suero antidiftérico al Doctor Welch. El final de la carrera se produjo el 2 de febrero. Se salvaron cientos de vidas.