Titulo. ¡Señor, tus promesas se cumplen!
Texto : Isaías 43:1-2
Isaias 43:1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. 2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Si en algo debemos creerle a Dios es en sus promesas.
El Señor no miente ni se arrepiente.
1-. No se tardan.
En el reloj nuestro las promesas de Dios, en ocasiones parecen demorarse, pero de él son los tiempos y las edades dice la palabra.
Si la promesa que recibiste de parte del Señor, aún no se cumple, no te afanes, no te desesperes, no te impacientes, no te desanimes, quizá aún no es conveniente que recibas la respuesta. Pero de seguro se cumplirá: 2 Corintios 1: 20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
Abraham tuvo que ser tratado en su carácter antes de recibir la bendición de tener un hijo. Al desesperarse y no esperar el tiempo del Señor cometió errores que hoy estamos lamentando. Ismael que hoy día son los árabes, terminan siendo los enemigos del pueblo del Señor.
¿Cuantas cosas deben ser puestas en orden en nuestras vidas antes de recibir el cumplimiento de las promesas, para que éstas se cumplan según la voluntad del Señor?
2-. Se cumplen.
2 Corintios 1: 20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
Se cumplirán en el tiempo y a la manera de Dios y su cumplimiento será para que el Nombre del Señor sea glorificado.
Dios dice, Dios hace. Él promete, el cumple de acuerdo a su perfecta voluntad.
1 Juan 5: 14 Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
Por eso debemos:
• Poner nuestra confianza en él.
• Creer en su palabra.
• No permitir la duda.
• Pedir conforme a su voluntad.
3-. Bendicen.
Es es una de las razones por las cuales debemos esperar el tiempo del cumplimiento de las promesas y que no sea en nuestro afán, nuestro acelere o desespero. Si tratamos de hacer que las promesas se cumplan en nuestro tiempo, podría convertirse en maldición generada por el hombre y no en bendición otorgada por Dios.
El cumplimiento de las promesas de Dios requieren de parte de nosotros:
• Paciencia.
• Fe.
• Preparación.
Reflexión:
¿Que señal pediré a Dios?
El Señor se encargará de poner paz en tu corazón, no de afanes por estar poniéndole señales a él, no es lo más aconsejable, podrías ponerlas en tu en tu sabiduría, el diablo podría meter sus
garras, o sencillamente tendremos que esperar aún más de lo que Dios ha dispuesto.